ActualidadGénero

El orgullo como respuesta política

Por Claudia Vásquez Haro*

La otra historia de Stonewall y la re-significación de la conmemoración de esta fecha en la Argentina, por el movimiento travesti y trans, que reclama “Basta de Travesticidios y Transfemicidios”, y ser parte de la agenda emocional en nuestro país.   

Junio es el mes del orgullo en varios países del mundo, conmemorando un nuevo aniversario de la revuelta de Stonewall, aquél 28 de junio de 1969. Los sucesos que fueron uno de los hitos de la historia en la defensa de los Derechos Humanos del siglo XX. Stonewall era un bar de un barrio suburbano de New York, Estados Unidos, y recibía a toda la gente que en los otros bares no tenían permitido el ingreso. Además de que vendía alcohol durante la Ley Seca, permitía ciertas conductas que en otros lados no, como los bailes, la entrada a las travestis, lesbianas, marikas y hombres gays. La policía cobraba un soborno (coima) y el lugar funcionaba, hasta que el trato se rompió y comenzaron a ser perseguides y detenides. La noche del 28 de junio quienes concurrían al bar se opusieron a la razia y los incidentes duraron tres días.

Entre las impulsoras de la revuelta estaban Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, que fueron clave en todo este hecho. Dos travestis negras, afro-descendientes y latinas, que fueron las que hicieron el quiebre. Marsha y Sylvia trabajaron en muchas organizaciones, “STAR” era una de esas. La fundaron juntas y se dedicaban a ayudar a travestis sin techo, que vivían en la calle porque habían sido echadas de las casas por sus propias familias, o porque eran migrantes. Además Marsha era afro-descendiente, conocía en carne propia  lo que era la discriminación, sabía lo que significaba  ser negra, travesti y pobre en Estados Unidos.

A partir de ese momento se celebra en más de 180 países del mundo el Día del Orgullo TLGBIQNB. Acá, un poquito más al sur, lo festejamos en noviembre con la histórica Marcha del Orgullo, que ya lleva 30 años.

Sin embargo, en la Argentina desde el 2016 – hace 6 años- las travestis y trans nos organizamos para  re-significar el 28 de junio, por un lado  como un acto de justicia histórica, no solo recordando y levantando las banderas de nuestras antecesoras Silvia y Marsha,  invisibilizadas en la historia oficial por la hegemonía Gay , Lésbico, blanca. Si no también para marchar, y con grito desgarrador decir “Basta de Travesticidios”  al Estado y a la sociedad argentina.

En un contexto social y político difícil que nos tocó enfrentar como movimiento, ante el travesticidio de la compañera Diana Amancay Sacayan, y el travesticidio social de la compañera Lohana Berkins, dos de nuestras referentas más importantes del movimiento travesti y trans en la Argentina. Sumado a la asunción de la derecha al poder. En los años siguientes la consigna va ser “Basta de travesticidios y transfemicidios”, y luego llegar a denominarse “Marcha Plurinacional contra los travesticidios y tranfemicidios.    

Los avances en materia de inclusión y sensibilización han sido significativos, como resultado de la militancia del movimiento de diversidad sexual organizada, en alianza con otros actores sociales e institucionales, en la búsqueda de ampliación de derechos. En la Argentina particularmente, las luchas sociales junto a las decisiones políticas de gobiernos populares, hicieron que las conquistan sean varias, como la Ley de Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género, el fallo judicial que reconoce el travesticidio como el asesinato de travestis y trans  mediado por el odio a la identidad de género, entre otras.

En la actualidad la creación de los ministerios de la Mujer, Géneros y Diversidad Sexual en Nación y en la provincia de Buenos Aires, son el fruto de la lucha transfeminista. Las demandas de los nuevos feminismos que ampliaron las miradas desde un enfoque interseccional, evidenciaron otras categorías que se imprimen en las violencias opresoras; hicieron que el nuevo gobierno en la Argentina considere la importancia de trabajar desde todas las aristas, en la construcción de una sociedad justa e igualitaria.

Aunque existen avances, aún falta mucho por conquistar, como la Ley Lohana Berkins de inclusión laboral, formal para personas Travesti Trans, a nivel nacional, la reparación para las travesti mayores de 40 años por la violencia institucional y los travesticidios sociales, el reconocimiento del Estado por el transgenocidio, ser parte de la agenda emocional en nuestro país, para que cuando maten a una persona travesti o trans la sociedad y el Estado se enluten, entre otros.   

Después de problematizar la idea que instalaron históricamente, que nuestras identidades y sexualidades no normativas, era algo malo o vergonzante, el orgullo es una respuesta política. Las marchas no solo nos permiten visibilizar nuestros reclamos, sino también romper con esa idea que nos quisieron introyectar,  que ser travesti, trans, lesbiana, gay, bisexual  intersex, o género no binarie, es indigno. Como decía el recordado Carlos Jáuregui, en una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política.      

*Docente e investigadora. Titular de la Dirección de Diversidad Sexual de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Presidenta de OTRANS ARGENTINA – Convocatoria Federal Travesti y Trans Argentina.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior