Ley de Humedales: instalar una falsa dicotomía para no hacerse cargo de las consecuencias
Autora: Ivana Chañi
La discusión que se generó en torno al proyecto que busca regular los humedales y la conservación del medio ambiente en las provincias no deja de mostrar aristas de análisis. Mientras que en el Congreso de la Nación se debate la necesidad de una ley, en la provincia de Salta se generó una campaña que posiciona a la minería dentro del progreso y la conservación del ambiente en el lado opuesto. Se trata de pensar el cómo se obtiene el desarrollo sin que afecte a generaciones futuras.
En la Colmena Info – martes de 19 a 21 horas, por la FM 100.9 Dínamo – dialogamos con los especialistas en Biología Enrique Derlindati y Mariana Chanampa sobre el proyecto de ley de Humedales, quienes desmintieron uno a uno los argumentos que instalaron en la opinión pública aquellos que están vinculados a la industria minera.
En primer lugar, Derlindati aclaró el propósito del proyecto de ley, “es una ley de presupuestos mínimos similar a la ley de bosques y glaciares. Lo que plantea hacer es ordenar y planificar la conservación y uso sustentable de los humedales en el país”.
En este sentido, definió a los humedales como “un ecosistema en donde la mayoría de los ciclos físicos y biológicos están regulados por el agua”. Se habla de lagunas, salares, pantanos, entre otros ecosistemas en donde el rol que cumple el agua es fundamental.
En Salta hay muchos humedales, es más todo el Valle de Lerma tenía un sistema de humedales asociado a los cerros.
Muchos se secaron por el crecimiento de la ciudad, indicó y agregó que por ello que es que uno de los problemas cuando llueve es que se inunda porque antes estábamos en humedales. Y remarcó que ese es uno de los servicios ecosistémicos de los humedales, el de regular las inundaciones. Cuando los humedales desaparecen, las inundaciones no se regulan y se generan problemas como los que sucedieron en el Pilcomayo, el Bermejo, Las Lajitas, entre otros.
En el Valle de Lerma quedaron “relictos” por lo cual es importante conservarlos. “Es complejo todo lo que podemos perder si desaparecen los humedales”, subrayó.
En torno al proyecto de ley surgieron diferentes “desinformaciones”, direccionadas muchas de ellas por los intereses en la minería y sus réditos económicos.
El proyecto de ley sobre los humedales no es un proyecto que se plantee como restrictivo del desarrollo, sobre todo del minero, algunos dicen que los salares en la Puna no tienen agua pero eso falaz ya que la minería para ser explotada necesita abastecerse de agua.
El problema que se detecta, explicó, es que se separa lo humano de lo natural, del medio ambiente, cuando el ambiente es uno solo y debe beneficiar a todo el ecosistema.
Otro punto que se pone en discusión es el relevamiento, el inventario de los humedales que provocaría que las actividades extractivistas como la minería sufran un parate. Ello es un error porque desde el 2016 los especialistas están estudiando los humedales y están perfectamente identificados, señaló Derlindati ya que él formó parte de convocatorias por organismos nacionales. “Este inventario ya lo conocemos”, aseguró.
Otra desinformación es plantear la dicotomía conservación vs producción y se termina siendo fundamentalista cuando la conservación incluye el uso y el manejo y aprovechamiento de los sistemas de toda la sociedad.
Lo que en realidad se propone es pensar el cómo y cuáles son las consecuencias si no hacemos de manera sustentable “correcta” la explotación de los recursos naturales.
Por su parte, y conectado a los humedales, Chanampa destacó que es necesario que el Gobierno provincial tome conciencia de la importancia del ordenamiento territorial de bosques porque “implica un valor para los humanos”.
Y agregó: “El sistema tiene un límite que puede soportar, y si seguimos deforestando y desmontando y no tenemos en cuenta esa carga, en Salta habrá inundaciones, enfermedades emergentes, etc.
Y siguiendo esa línea remarcó que “El ordenamiento territorial de bosques es algo que primeramente tenemos que hacer, tenemos que tomar conciencia como sociedad que el cuidado del bosque es un beneficio inmediato para nosotros”.
“Pensar en el ambiente como parte nuestro, también nos ayuda de distintas maneras a tener una calidad de vida aceptable”, enfatizó.
Derlindati a modo de cierre subrayó que “todo es compatible siempre y cuando se plantee el cómo” y el gobierno entienda que Ambiente no puede ser una secretaría sino un ministerio porque la estructura operativa es mayor.