SOBREPOBLACIÓN Y CONDICIONES PRECARIAS EN LA CÁRCEL FEDERAL DE GENERAL GÜEMES
Durante la visita de la Unidad Fiscal Salta al Complejo Penitenciario Federal NOA III en General Güemes, el fiscal general Eduardo José Villalba alertó sobre la crítica situación en la cárcel.
Además de sobrepoblación, se identificaron problemas en el sistema eléctrico, falta de colchones, mal estado de baños, falta de ventilación y deficiencias en la atención médica.
El Complejo NOA III, inaugurado en 2011, enfrenta problemas en su sector masculino, que ha superado su capacidad prevista. La fiscalía, cumpliendo con la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal, realizó la visita para controlar la situación de los internos y promover medidas correctivas.
A pesar de estar diseñada para albergar a 288 reclusos, actualmente tiene una población de 412, de los cuales 92 no pertenecen a la jurisdicción local. La gestión de cupos para detenidos se ha vuelto difícil, especialmente para aquellos vinculados a la ley de drogas.
Se informó a raíz de esta visita, que el 22% de las plazas están ocupadas por internos trasladados desde otras jurisdicciones, generando problemas no solo de espacio sino también en trámites burocráticos y permisos. El fiscal Villalba destacó el desarraigo sufrido por los traslados y el deterioro general de los pabellones, señalando la falta de colchones, insalubridad de baños y problemas de ventilación.
Así mismo, la falta de energía eléctrica en algunas celdas, resuelta precariamente por los reclusos, y la presencia de palomas en los pabellones son aspectos que contribuyen al deterioro general. Además, se recibieron quejas sobre la atención médica, destacando la carencia de recursos y demoras en la asignación de turnos tanto dentro como fuera del complejo.
La fiscalía también constató la realización de talleres de capacitación y convenios con instituciones educativas para brindarles oportunidades educativas.
La “Mesa de Diálogo”, creada en 2019, abordará los problemas identificados, incluyendo deficiencias en servicios básicos y condiciones generales. La urgencia de abordar estos problemas es imperativa para garantizar el respeto de los derechos humanos y la rehabilitación de los recluidos.