El embajador brasileño en Argentina, Julio Glinternick Bitelli, expresó su consternación ante las recientes escenas de violencia en Río de Janeiro, particularmente la represión policial y el ataque de hinchas de Fluminense a seguidores de Boca durante la previa de la final de la Copa Libertadores de América.
Bitelli calificó las situaciones como “profundamente lamentables” y destacó la coordinación continua entre las autoridades de ambos países para evitar que estos incidentes se repitan. Además, hizo hincapié en que manifestaciones racistas o xenófobas son castigadas con prisión en Brasil, reiterando una advertencia previa de las autoridades consulares argentinas.
La final de la Copa Conmebol Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors debe ser una fiesta, no una batalla. pic.twitter.com/6txQw7uYV9
— Brasil en Argentina (@BrasilBAires) November 3, 2023
Sin embargo, a pesar de estos llamados a la cordura, la violencia previa a la final de la Copa Libertadores se desató con fuerza en las playas de Copacabana. Un grupo de hinchas de Fluminense irrumpió en el espacio de los seguidores de Boca, armados con botellas, palos y proyectiles. La policía respondió con gases lacrimógenos, desencadenando un enfrentamiento que resultó en la detención de varios hinchas tanto argentinos como brasileños.
Otro video de la policía de Río De Janeiro reprimiendo a los hinchas de Boca 🇦🇷 después de la emboscada de Fluminense 🇧🇷 pic.twitter.com/twNatLfQvc
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Ana Emilia Sarrabayrouse, Consulesa General de Argentina en Río de Janeiro, confirmó la invasión de los hinchas de Fluminense al espacio de los seguidores de Boca y señaló que hubo dos simpatizantes heridos, uno argentino y otro brasileño. La violencia se prolongó por menos de cinco minutos, pero las imágenes mostraron la ferocidad del enfrentamiento, con sillas de playa volando y objetos siendo arrojados en ambos sentidos.
Los simpatizantes “xeneizes” afirmaron que estaban celebrando de manera pacífica cuando fueron atacados por la hinchada rival y, en algunos casos, les sustrajeron pasaportes, dinero y otras pertenencias. Los informes también mencionaron la detención de un hincha argentino previamente, acusado de patear a un perro y proferir insultos racistas. Estos eventos crearon una atmósfera tensa en la previa a la final, afectando negativamente la experiencia de los miles de argentinos que llegaban a Río de Janeiro para presenciar el esperado enfrentamiento entre Boca y Fluminense.
La situación generó preocupación entre las autoridades locales y los dirigentes de Boca, quienes se vieron obligados a realizar una reunión de urgencia con las fuerzas de seguridad tanto locales como argentinas. A pesar de los esfuerzos, la tensión persiste, y la Conmebol emitió un comunicado repudiando los actos de violencia y llamando a la paz y armonía en el marco de la final de la Copa Libertadores.
La CONMEBOL hace un llamado a los hinchas de @BocaJrsOficial y @FluminenseFC a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso,…
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) November 3, 2023
Mientras tanto, la intersección de la Avenida Atlántica y Xavier Da Silveira, frente al hotel Río Othon Palace, continúa siendo el epicentro de los disturbios, sin ceder la tensión a medida que se acerca el día del partido.
Fuente: TELAM
