
En los días miércoles y jueves, el Mercado Común del Sur (Mercosur) se reúne en Río de Janeiro, Brasil, para abordar la firma del prolongado Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), enfrentando más dudas que certezas.
El presidente argentino, Alberto Fernández, liderará la delegación en lo que será su última participación antes del cambio institucional del 10 de diciembre. Durante la reunión, se firmará el TLC con Singapur, y Fernández reiterará la postura de su Gobierno en contra de las demandas medioambientales europeas, que han sido un punto conflictivo en las negociaciones.
Aunque Argentina expresó descontento con la “side letter” ambiental propuesta por Bruselas, Brasil y Paraguay señalan la intransigencia europea como un factor clave en el fracaso hasta ahora de las negociaciones.
En declaraciones recientes, el canciller argentino Santiago Cafiero destacó que el acuerdo entre el Mercosur y la UE no era equilibrado y tenía repercusiones negativas en la industria y las exportaciones agropecuarias.
A pesar de las tensiones, el canciller alemán Olaf Scholz llamó a todas las partes a encontrar una solución para cerrar el acuerdo comercial. El acuerdo fue inicialmente firmado en 2019 por los expresidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, pero las demandas medioambientales adicionales de la UE han obstaculizado el proceso.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instó a la UE a tomar una decisión clara sobre el acuerdo y se comprometió a hacer “esfuerzos adicionales” para evitar el fracaso de las negociaciones. A pesar de la posición firme del presidente francés Emmanuel Macron en contra del acuerdo, Lula solicitó al canciller alemán que dialogue con Macron y el próximo presidente argentino, Javier Milei, para superar los obstáculos finales en las negociaciones.
Mientras tanto, la Comisión Europea expresó que tanto la UE como el Mercosur aspiran a concluir el acuerdo “lo antes posible“, resaltando los progresos recientes y el compromiso de abordar eficazmente las preocupaciones climáticas.
En el contexto interno argentino, la falta de consenso no se limita al bloque sudamericano, ya que Francia, próxima a asumir la presidencia de la UE, también ha descartado la posibilidad de un acuerdo en términos contundentes.
En respuesta, el presidente saliente de Argentina subrayó que la resistencia dentro de Europa ha sido el obstáculo principal para la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea, destacando la importancia de discutir un acuerdo que beneficie a ambas regiones.
En este escenario, la Confederación General del Trabajo (CGT) expresó su rechazo y preocupación sobre el acuerdo Mercosur-UE, alertando sobre las posibles consecuencias negativas para los trabajadores argentinos. La CGT instó a las autoridades argentinas a no firmar el acuerdo, argumentando que atenta contra millones de puestos de trabajo y las regulaciones que protegen el empleo en Argentina.
Fuente: TELAM