Sociedad

¿Y el amor al prójimo? La Iglesia salteña desaloja a diez familias y pierden su trabajo en la confitería San José

Esta decisión significa el fin de una fuente laboral para estas personas que, tras la quiebra de la patronal en 2020, resistieron con esfuerzo y dignidad, transformándose en una cooperativa.

El Arzobispado de Salta, máxima institución de la Iglesia Católica en la provincia, ha decidido apelar una medida cautelar que protegía la continuidad de la Cooperativa Don José en el inmueble de calle España 714, donde la emblemática confitería San José funcionó durante más de 30 años.

El cierre definitivo está previsto para este 30 de diciembre, tras años de disputas judiciales contra la curia.

Sonia, una de las trabajadoras, expresó a este medio: “Firmamos un convenio para evitar un juicio de desalojo traumático, pero esto es el fin de nuestra fuente laboral. Muchas somos jefas de hogar”.

Desde que la cooperativa asumió las riendas del negocio, los integrantes pagaron alquileres que alcanzaron los 2,5 millones de pesos y buscaron alternativas para permanecer en el histórico local, sin éxito en las negociaciones con la iglesia.

Siempre mantuvimos la calidad de nuestros productos y la fidelidad de nuestros clientes, pero la crisis económica y los costos nos llevaron a este punto. Es doloroso”, agregó la mujer.

La situación no solo afecta a las familias trabajadoras, sino que también deja en evidencia el rol de la Iglesia en este conflicto. Pese a su proclamada misión social, el Arzobispado no solo desestimó los pedidos de la cooperativa, sino que optó por apelar una medida cautelar que habría asegurado la continuidad de estas familias en el local.

Hoy, la cooperativa opera en un pequeño espacio en Coronel Moldes N° 140, pero este lugar no alcanza para sostener a las diez familias que dependen de la confitería.

Estamos haciendo todo lo que podemos, participando en ferias de emprendedores, pero no es lo mismo. Es imposible que todos vivamos de un lugar tan pequeño”, lamentó trabajadora.

La decisión del Arzobispado ha sido duramente cuestionada, ya que contrasta con los principios de caridad y apoyo a los más vulnerables que la institución afirma representar.

Mientras tanto, diez familias se enfrentan al fin de una lucha que, a pesar de sus esfuerzos, no pudo vencer la indiferencia de quienes ostentan el poder.

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