El desfile cívico militar no solo sirvió para conmemorar un hecho histórico, sino que también reforzó el sentido de comunidad y pertenencia, demostrando que la celebración del 9 de julio es una oportunidad para mirar al futuro con esperanza y compromiso.
En el marco del 208° aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional, la avenida Independencia se transformó en el escenario de un vibrante desfile cívico militar.
Desde las calles Los Partidarios hasta Astigueta, la comunidad se unió en una celebración que combinó tradición y orgullo patrio, organizada por la Agencia Cultura Activa de la Municipalidad, la Secretaría de Tránsito y la Asociación Independencia.
Las autoridades provinciales y municipales no quisieron perderse el evento. Entre los presentes se encontraban Susana Miño, directora de Relaciones con la Comunidad; Martín Miranda, secretario de Ambiente y Servicios Públicos; Ariana Benavidez, coordinadora de la Agencia Cultura Activa; Florencia Mora, directora General de Cultura Comunitaria; Marcela Medrano, subsecretaria de Cultura, y Pablo Marcial, coordinador general de Asuntos Vecinales.
También asistieron el comisario Inspector José Rivadero, el gerente del Hospital de La Viña, Diego Llera; el comandante Mayor de los Bomberos Voluntarios «Martín Miguel de Güemes», Juan Chávez y el padre Kendry de la Vicaría de San Antonio de Padua.
El desfile, que comenzó puntualmente a las 10:30 horas, contó con la participación de alrededor de 50 delegaciones, entre ellas instituciones educativas, academias folclóricas y fortines gauchos.
La Banda de música municipal “25 de Mayo” animó la jornada con un repertorio alusivo que llenó de melodías patrióticas el aire. Luego, el Pericón Nacional y otras danzas tradicionales pusieron el broche de oro a la celebración.
Horacio Chuychuy, presidente de la Asociación Independencia, expresó con emoción: “A pesar de haber pasado 10 años desde la primera vez, me sigo emocionando. El sueño de unos pocos se transformó en la felicidad de todos. No hay mayor libertad que la forma de pensar y actuar.
La gran concurrencia es originada por un gran compromiso de organizadores, participantes y colaboradores entendiendo que es el camino que debemos desandar y poder generar una esperanza para nuestros jóvenes y niños que sólo necesitan una oportunidad y guía. No debemos dejar de intentarlo”.