La sexóloga Sabrina Ríos Minahk analizó los estereotipos y mitos en torno a la sexualidad. “No necesariamente es como se la vende”, dijo al cuestionar que nuestra educación “por lo general, viene del porno”.
Según su análisis, “tiene un efecto positivo y uno negativo que hoy se esté hablando tanto” sobre sexualidad. “Depende a quién consumas, como con todo”, aclaró al tiempo que cuestionó el discurso hegemónico que “sigue generando distancias, tabúes”. Sostuvo que “hay una línea patologizante que genera distancias entre las personas y su sexualidad, cuando es algo que nos atraviesa desde que nacemos hasta que morimos”.
En este punto, remarcó que “no necesariamente es como se la vende”, y subrayó: “La educación que recibimos, por lo general, viene del porno, que más que una película no es. Como falta tanta información real, ESI que no la practican, uno empieza a sacar información de donde puede, te surge la necesidad en el cuerpo”.
En el marco del Día mundial del orgasmo femenino, que se conmemora cada 8 de agosto, la especialista consideró que “el trasfondo es hablar del derecho al placer de la mujer, que siempre ha estado puesta en lugar de objeto para complacer”. Y enfatizó: “No necesitas un hombre que te invite desde la penetración a la vida sexual. Sos una persona sexual desde muchísimo tiempo antes”.
Derecho al placer
Cuestionó los mandatos que se imponen como reglas para acceder al placer. “Esto del pene erecto y una mujer disponible, nada más, está hablando de reproducción, no de placer”, dijo la especialista al respecto. “No necesitamos ser penetradas para sentir placer. Nuestro órgano por excelencia, que hasta la fecha se conoce solamente su función en relación al placer, pero no sabemos si sirve para otra cosa más porque los estudios son muy recientes, es el clítoris, y está por fuera. También se extiende por dentro en todo nuestro sistema genital, mide entre 8 y 12 centímetros, y no necesita ser penetrado”, detalló sobre la fisionomía de las mujeres.
Indicó que “cerca del 80% de las mujeres heterosexuales, en relaciones con hombres, no llegan al orgasmo, no saben lo que es sentir esa descarga de tensión, y no es así en las relaciones lésbicas, o sea que el problema no es de la mujer, claramente”. “El problema es del vínculo heterosexual, lo que hacen la mujer con el hombre, y con la práctica sexual que reproduce, que es también tomado del porno”, insistió.
“La sexualidad va variando, pero se reproduce el libreto”, afirmó Ríos Minahk quien señaló que “hay desencuentros que llevan a una mala forma de vincularnos sexualmente”. “Es como si el deseo tuviese que estar siempre, ahí, al palo. Una siempre mojada y disponible, el otro al palo, y darle para adelante. Como si seríamos solamente eso, cuando lo que más nos atraviesa es la cultura y está llena de prejuicios, tabúes y cargas”, amplió.
Explicó así cómo los hechos de acoso o de abuso de los que muchas mujeres han sido víctimas en algún momento de su vida, “deja un registro porque va formando el concepto que tenés sobre vos misma, sobre tu cuerpo, y cuál es el límite”.
“La cultura patriarcal que tenemos te va confundiendo. No es que somos aparatitos donde se aprieta un botón, como lo muestra el porno. Y, lamentablemente, muchas personas creen que tienen que actuar de esa manera”, puntualizó la especialista.